Una celadora del Sistema Andaluz de Saluda, Isabel Núñez, ha querido expresar su indignación frente a aquellos que se saltan las medidas de seguridad.

España se enfrenta a la quinta ola de coronavirus, con un aumento diario de casos y una incidencia acumulada que no para de crecer. Como consecuencia de ello, tienen que volver a la palestra aquellos que llevan luchando año y medio contra el virus: los sanitarios. Una de ellas, Isabel Núñez, trabajadora del hospital de Málaga, ha decidido mostrar lo que opina de los que no cumplen las normas de protección contra el coronavirus.

Isabel Núñez es una celadora malagueña del Servicio Andaluz de Salud (SAS) que, harta de los irresponsables, ha compartido en su Facebook una foto sacando la peineta, enfundada en su traje EPI, a todos aquellos que incumplen las medidas.

‘¡Va por vosotros! Por los 600 que decidisteis celebrar una boda de dos días con su juerga correspondiente y nos estáis ahora colapsando las urgencias. Eso sí, exigiendo “ahora” espacio y atención rápida Y por vosotros, que la botellona del finde no se podía desaprovechar y nos espetáis que sois jóvenes y tenéis que ‘VIVIR’: ¿Dónde dejáis el espíritu indomable y aventurero cuándo llegáis cagaítos y lloriqueáis con el primer hisopo del test de antígenos?’, comienza Isabel.

Isabel comenta que los últimos casos de contagio se dan cada vez más en jóvenes. Por ejemplo, una joven madre que acaba de dar a luz y que ha tenido que ser entubada junto a su bebé, también enfermo; o la historia de otro joven padre, perfectamente sano, ingresado en la planta Covid tras contagiarse.

‘Esta noche de guardia ha entrado una chica joven en la ambulancia directamente a UCI donde ya hay dos módulos completos y acondicionando un tercero’, asegura, ‘Estas son vuestras víctimas colaterales’, insiste, indignada, ‘Pero da igual, total, como me ha dicho alguno esta noche, la culpa es del gobierno que le han dicho que ya ni mascarillas hay que ponerse en la calle. Después de 16 meses de lucha volvemos a estar en plena ola gracias al egoísmo y la estupidez humana’.

Cansada de los irresponsables, la sanitaria no duda en hacerles una peineta para mostrar su indignación. ‘Da igual, seguro que estarán preparando otra boda multitudinaria de tres días y planificando los botellones y fiestas para el próximo finde. Pues por una vez voy a aparcar mi educación y me voy a permitir el gesto ¡Que os den!’, concluye.

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