Medalla a la superación
La gimnasta estadounidense Simone Biles reaparece en la final de barra superando los problemas que la apartaron de la competición.
Simone Biles llegaba a Tokio con la presión de ser la “reina de los Juegos”. Se hacían apuestas sobre cuántas finales iba a competir, cuántas medallas lograría. Nadie esperaba que nada mas empezar el torneo, la gimnasta anunciara su retirada. Inicialmente se especuló con problemas físicos, pero la propia Biles aclaró en rueda de prensa cuales eran sus motivos para no seguir en competición. Las causan eran de índole mental y, con toda franqueza y normalidad dejó ver la vulnerabilidad de los deportistas de alto nivel que se ven sometidos a una gran presión.
Como se anunció en un primer momento, diariamente sería evaluada su situación, decidiendo si volvía o no a competir en estos Juegos Olímpicos. Hay que destacar su presencia en las instalaciones, durante todos estos días, apoyando y animando a sus compañeras de equipo en todas las pruebas celebradas.
Finalmente, se confirmó su presencia en la final de barra de equilibrio, una de las finales por aparatos en las que Biles se había metido. Uno de sus mejores aparatos, para reaparecer y despedirse de los Juegos. Quería despedirse compitiendo, demostrándose a sí misma su capacidad de superación y recuperando la confianza.
“Ha sido una semana muy larga, han sido cinco años muy largos”
Biles comenzó su actuación con gran aplomo, sin dejar ver los días tan duros que ha tenido. Fue ejecutando con firmeza todos los elementos de su ejercicio, atesorando mayor confianza. La salida no fue la que venía realizando, asegurando la medalla de bronce por detrás de las dos gimnastas chinas Chechen Guan y Xijing Tang.
Entre las pocas personas que han podido presenciar en directo el ejercicio de Biles se encontraba el Presidente del COI Thomas Bach, que se acercó a felicitar a Biles tras terminar su actuación. La emocionada gimnasta, comentó que no esperaba la medalla “Solo quería salir y hacerlo por mí, y eso es lo que he hecho”.
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