Un grupo de trabajadores acusa a Loureiro de irregularidades y de impagos en la producción de la película de animación.

En la gala de los Goya celebrada el pasado 12 de febrero compitieron 4 títulos por el premio a la mejor película de animación. La victoria fue de “Valentina”, se trata de un musical animado centrado en una pequeña con síndrome de Down que se impuso entre los demás aspirantes llevando a su directora al escenario. En este evento Chelo Loureiro, aprovechó para reivindicar la animación española y a la vez que alertaba sobre su estado de salud.

Lourerio, que también es productora de Valentina en su empresa Abano Producions,
recibió horas después de llevarse el premio un clamor en redes sociales, donde varios trabajadores de Valentina denunciaron que Chelo Lourerio no era la verdadera directora del film y aprovecharon para alertar sobre las irregularidades que tenían lugar en la producción.

La producción de Valentina fue accidentada debido a la pandemia (con varios parones de la producción), y también por las discrepancias latentes entre el personal de Abano y de Antaruxa (estudio de animación coruñés). Los empleados de este se vieron en “la obligación de exponer a la opinión pública su más profundo malestar, repulsa e incredulidad ante las declaraciones y actos que ha venido realizando Chelo Loureiro”.

Raquel Rodríguez afirmó que Loureiro no dirigió el film de Valentina, sino el equipo formado por ella: Raquel Ramos, Sandra Varela y Brandán de Brano. Que además denunció que Loureiro “se había atribuido una dirección que no había realizado”.
La idea inicial era que Loureiro dirigiera, en el marco colaborativo de Abano y Antaruxa, pero “nunca llegó a realizar dicha dirección, siendo sus únicas labores conocidas el haber sido guionista de la obra junto a Lúa Testa, haber puesto voz al personaje de la Abuela y ejercer el papel de productora ejecutiva”.
Además, Raquel Rodríguez afirmó que “Hacia el final de la producción mandamos un documento completo a Chelo Loureiro con los departamentos integrantes definitivos. Documento que, deducimos, Chelo Loureiro ignoró y sin avisar y/o consultar con sus propios trabajadores, cambió a placer”.

La conclusión de Rodríguez y de los trabajadores emana en que, en los créditos de Valentina, Loureiro figura como la directora del largometraje, siendo esto lo que ha allanado su camino hasta los Goya. Ya que esta habría, “modificado los títulos de crédito de forma que no se corresponden con la realidad”.

Parece ser que en un primer momento De Brano quiso llegar a un acuerdo con Loureiro para tratar de evitar la vía judicial, pero Loureiro se negó y como resultado el conflicto ahora se encuentra en manos de asesores legales.

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