El famoso cineasta Carlos Saura fallece con 91 años a causa de una insuficiencia respiratoria el día de antes de recibir el Goya de Honor.

Triste noticia en el panorama del séptimo arte nacional. El director Carlos Saura moría durante la jornada del pasado viernes 10 de febrero por una complicación respiratoria. Los hechos ocurrían apenas unas horas antes de que arrancase la 37ª edición de los Premios Goya, que tenían previsto entregarle el premio de Honor por su extensa filmografía. Al final, los organizadores se vieron obligados por las circunstancias a darle el galardón de forma póstuma durante la gala.

Finalmente, los familiares de Saura fueron los encargados de subir al escenario. Sus hijos le dedicaron una tierna despedida en un discurso que puso en pie al público de Sevilla con una oleada de aplausos. Sin duda, un duro golpe para todos los admiradores del director y, en general, para el cine español. Sus películas consiguieron revolucionar el audiovisual autóctono de una manera que muy pocas veces se ha hecho.

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Saura: el legado de una leyenda

Algunas de las películas más recordadas de Carlos Saura son su incursión en el cine quinqui ‘Deprisa, Deprisa’ o ‘Los Golfos’. A lo largo de sus creaciones, trabajó con grandes actores de la talla de Ana Torrent o Geraldine Chaplin en ‘Cría cuervos…’ y con el legendario Fernando Fernán Gómez en ‘Los Zancos’. Su último proyecto salió a la luz el año pasado. Se trata del documental ‘Las Paredes Hablan’, que pretendía ilustrar a su audiencia acerca de los entresijos del amplio mundo de la pintura.

Muchos profesionales del sector le tenían un enorme respecto a Saura y no es para menos. De hecho, durante la gala de los Goya del pasado sábado e, incluso, durante la previa alfombra roja fue uno de los claros protagonistas. Su muerte supone el fin de una carrera única, pero el legado que deja a sus espaldas le mantendrá con vida… para siempre.

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