El techno de Berlín ha sido declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, protegiéndolo contra el aburguesamiento y gentrificación. ¿No sabes el por qué? ¡Nosotros te lo contamos!

La UNESCO ha declarado Patrimonio de la Humanidad al techno berlinés, tras varios esfuerzos durante más de diez años por parte de la campaña sin ánimo de lucro Rave the Planet y la Clubcomission de Berlín, además de DJs y organizadores de eventos, intentando proteger este género musical y así evitar más cierres de clubs tras la pandemia. 

HISTORIA DEL TECHNO EN BERLÍN:

El techno surgió como símbolo de libertad tras la caída del muro de Berlín en 1989. El Berlín Oeste ya era cuna de la cultura alternativa, mientras que en el Berlín del Este el sistema colapsaba, dejando a numerosos edificios abandonados. Berlín del Este era una ciudad fantasma, abandonada durante la época de postguerra. 

El verano de 1990 fue un «verano okupa» y era necesario refugiarse en la música y encontrar una banda sonora para evadirse de la situación. Así, los berlineses del este buscaron edificios abandonados para poder instalar los equipos de sonido, darlo a conocer de boca en boca y montar un rave que durará para toda la vida. 

Los berlineses encontraron en las fiestas rave un escape de las preocupaciones y del miedo que habían sufrido, en un escenario en el que apenas meses antes, estaban en riesgo de morir por un tiroteo desde el otro lado del muro. Encontraron la sensación de libertad en la música. 

El club de referencia en la época era el Der Bunker: bunker construido por los nazis en 1943 como refugio antiaéreo del tren suburbano. Su capacidad era para 3.000 personas con paredes de dos metros de ancho. También es de referencia el Club E-Werk que se situaba en una planta eléctrica olvidada cerca del Checkpoint Charlie, aquí llegaron a tocar Westban, Paul van Dyck y Woody.

Love Parade Berlín 1992

CLUBS ACTUALES:

Otro club de referencia y que sigue abriendo sus puertas en el día de hoy es el club Tresor, fundamental en la creación del techno berlinés y en su historia. Se ubicaba en la bóveda subterránea de una tienda en Leipziger Platz, abandonada tras la Segunda Guerra Mundial. En el club Tresor se escuchaban mezclas de diferentes technos como el hardcore belga o el techno de Detroit, ciudad estadounidense donde se creó el techno. Aquí se originó la fusión del techno Berlín-Detroit. 

Club Tresor 1990

Esta fusión de techno fue gracias a Mark Ernestus creador de la tienda Hard Warx que abrió sus puertas tan solo un mes después de la caída del muro de Berlín. Ernestus trajo a Berlín la música techno de Detroit, comprando sus discos e incluso invitando a los artistas a Berlín. Es un imprescindible para los turistas amantes del techno que quieran ampliar su colección y respirar la historia que sale de sus paredes. 

Mark Ernestus en su tienda de discos Hard Warx

Los primeros en aterrizar en Berlín fueron Underground Resistance que tocaban en el club Tresor y comenzaron a grabar discos en Berlín con sello alemán. Para Robert Hood «la musica experimental, futurista, era como una nave espacial con la que podías huir… la esperanza de un futuro mejor».

EL SONIDO DE BERLÍN:

La cultura rave muestra la unión de Alemania en la cultura y en la muestra de libertad al bailar sus canciones. Berlín comienza a crear su propio sonido, a través de la mezcla de géneros que comenzaron a introducir en los años 90. Gracias a la ciudad de Berlín la electrónica revive. 

El beat seco berlinés es muy característico, consiste en la mezcla de techhouse, deep house, micro house y el minimal techno. Los tres principales clubes donde comienzan a tocar este beat son: Watergate (2002), Berghaim (2004) y Bar 25 (2004).

Los rave comienzan a ser la cultura que identifica a las fiestas de Berlín y el  motivo por el que llegan muchos fanáticos del techno de diferentes partes del mundo. Este auge de fiesta en la ciudad es al que Tobias Rapp llama el «easyjet raver».

La música techno en Berlín sigue siendo sello de libertad. Se siguen celebrando fiestas con la esencia de antro suburbano, ya que los clubs se reservan políticas de admisión. Los políticos berlineses protegen la cultura de los rave,  de ahí que sea Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. 

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