Un joven demostró a la policía de Madrid  que residía en esa casa gracias a unas luces rosas que tenía en el salón. 

Gracias a twitter, Álvaro Bernal se ha vuelto viral con su caso de las luces rosas. El joven se encontraba sin documentación en una transcurrida calle del centro de Madrid que se encontraba con aforo completo,  dado el turismo que atrae en Navidad la capital por el encendido de las luces. La policía controlaba el aforo y no dejaba pasar a menos que tuvieran un justificante de residencia.

Tras verse en esta situación, sin documentación y sin posibilidad de acceder a su domicilio, el joven de 27 años tuvo una original y recurrente idea para demostrar que él vivía en esa calle: ante de residencia para poder acceder a ella, pero en su lugar optó por decir: «Oye, Siri, enciende la luz del salón de color rosa. Estas fueron las palabras mágicas para que la policía le dejara pasar.

Para su sorpresa, al ver que las luces rosas se iluminaban desde su ventana, la policía le contestó, «Adelante, pase».

El caso ha llegado a ser muy aplaudido pero también muy criticado en las redes sociales, ya que en la publicación Bernal comentó:  «Por favor, no vengáis a Madrid en diciembre», refiriéndose a las aglomeraciones que han ocasionado que tenga que haber control policial para acceder a las calles más visitadas.  Hay gente que no le dió más importancia de la que tenía y se lo tomó como un comentario sin ningún tipo de maldad, simplemente humorístico. Pero otros le contestaron: «El 99% de las reacciones son de gente que dice ‘no vengáis a Valencia en verano, ‘no vengáis a Navarra en verano, a ‘Galicia…’» 

El joven diseñador cuenta en la revista 20 minutos como se le ocurrió esta curiosa idea: . «No llevaba el DNI ni la cartera, solo mi móvil... y en mi DNI pone mi dirección de antes. Me preguntó el policía si yo tenía una justificación de que vivía ahí, y como tengo una ventana donde se ven todas las luces, le pedí al iPhone que encendiese las luces en un color fuerte»

Esta claro que el caso de Bernal es una prueba más de hasta donde puede llegar el ingenio del ser humano. 

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