Uno de ellos en cuestión, ha resultado ser un «martemoto» de récord, con temblores de magnitud 4,2 que duraron casi una hora y media, según la agencia espacial estadounidense. Aunque en la Tierra un terremoto de 4,2 en la escala Richter se consideraría ligero, en Marte es de más envergadura detectado hasta la fecha.

El módulo de aterrizaje InSight de la NASA ha realizado la medición del temblor tras de la eliminación el polvo de sus paneles solares a principios de año. Este es el tercer gran terremoto en un mes. Por el momento, se desconoce si Marte habría experimentado terremotos de mayor envergadura y el módulo InSight no ha podido detectarlos.

«Incluso después de más de dos años, Marte parece habernos dado algo nuevo con estos dos terremotos, que tienen características únicas», dijo el geofísico planetario Bruce Banerdt del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.

Estos terremotos están facilitado que los investigadores puedan mapear el interior de Marte. Cuando las ondas acústicas rebotan en el interior del planeta y se propagan a través de materiales de diversas densidades, las señales que resultan se pueden decodificar para determinar cuáles son y dónde están esos materiales. Es la forma con la que también se puede analizar el interior de la Tierra.

Ahora que Marte se está acercando al Sol una vez más, la energía está comenzando a aumentar lentamente.