Ambos nacieron con poliosis, una peculiaridad genética que lleva en su familia seis generaciones.

Gabriel -coreógrafo y bailarín argentino- y su hijo Farid de 10 años, tienen en común algo más que el apellido, se trata de un mechón de color blanco que ambos tienen en el centro de su cabeza.

Muchas personas creen que se trata de tinte, pero ese color es muy difícil de conseguir mediante químicos. En realidad, se trata de una condición genética muy peculiar, aunque en su caso, se suman hasta seis generaciones de familiares que comparten esta característica tan particular. 

La poliosis se caracteriza por presentar desde el nacimiento un mechón de pelo blanco, esto se debe a unos bajos niveles de melanina -un pigmento que da color a la piel y al pelo- y generalmente suele ser hereditaria. “Toda la familia había hecho apuestas sobre si el bebé tendría o no el mechón blanco. Cuando lo vi, me sentí muy orgulloso; es mi segundo hijo, el primero no lo tiene”, confiesa Gabriel.

Se trata de un hecho poco común con una incidencia bastante baja, por eso resulta tan llamativo. El bailarín reconoce que su condición hizo que de pequeño muchos niños se metieran con él, pero afortunadamente, su hijo no ha corrido la misma suerte, ya que sus compañeros de clase están acostumbrados y lo ven como algo completamente normal.

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