Márquez gana en Alemania, tras un año de operaciones y sufrimiento.

Márquez no podía ocultar su alegría en el podium

Marc vuelve a sonreír y vuelve a ganar tras 581 días su victoria en el Gran Premio MotoGP de Valencia en 2019. Ayer en Sachsenring (Alemania), volvía a la senda del triunfo y  a reencontrarse consigo mismo. El 20 de julio de 2020 sufría una fractura de humero del brazo derecho que le impedía comenzar la temporada. Pasó por quirófano hasta en tres ocasiones, se produjeron situaciones impensables como su accidente casero que le ocasionó la recaída y otra operación, cuando todo indicaba que el regreso estaba próximo.

El fin de semana se presentaba bien; el circuito de Sachsenring se le da bien (11 victorias consecutivas), pero la cabeza también pesa y las repetidas caídas desde su regreso a las pistas, hacían que Marc fuera el primero en dudar de su posible victoria.

“Es uno de los momentos más importantes y duros de mi carrera. (…). No era fácil a nivel mental, porque vengo de una situación difícil con tres ceros seguidos (…)”. La carrera se puso a favor cuando en la cuarta vuelta comenzaron a caer unas gotas; ese terreno es el que más le gusta al de Cervera. 

El sábado había cedido la Pole en el circuito alemán, pero en la salida del domingo ya se puso segundo. La lluvia que había amagado en la cuarta vuelta, se hizo más presente en la novena con la aparición de la bandera blanca y, ahí empezó una carrera nueva. Mientras todos tenían un momento de duda, Marc se lanzó a fondo y logró escaparse. Tan solo le siguió el portugués Oliviera (KTM), que llegó a ponerse a menos de un segundo del catalán. La duda era si el brazo aguantaría y sí Marc podría con la presión que le estaba metiendo el luso. Y lo hizo, logró la victoria en un Gran Premio de MotoGP, 581 días después de aquella conseguida en Valencia en 2019. 

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