Un estudio publicado en el Journal of the Royal Society Interface llama a este fenómeno teoría de la identidad equivocada.

Siempre hemos tenido la imagen del tiburón como un animal peligroso y agresivo. Quizá es porque nos hemos criado con ello. Gracias a referencias cinematográficas como la famosa película de Spielberg, Tiburón. La realidad, es que, para estos animales, el ser humano no somos la presa más apetecible. Pero si es así ¿por qué los tiburones atacan a las personas ?

Lo curioso es que no lo hacen por nada personal.  Los tiburones atacan a los humanos no porque nos encuentren particularmente apetecibles y fascinantes, sino simplemente porque extrañan a sus presas y también porque a veces se confunden. Aunque sea una noticia reconfortante, nunca es agradable ser mordido por estas criaturas, aunque sea por error.

Normalmente, los tiburones que atacan a los humanos son de tres especies: el tiburón tigre, el tiburón toro y el tiburón blanco. Los ataques no son tan numerosos, pero últimamente ocurren más de lo habitual , especialmente en Australia, donde los surfistas ocasionalmente tienen encuentros cercanos francamente aterradores con ejemplares jóvenes de tiburones blancos.

Un estudio publicado en el Journal of the Royal Society Interface confirma que cuando un tiburón ataca a personas lo hace porque está convencido de que se está acercando a otro animal. A esto lo llaman teoría de la identidad equivocada que se podría entender como un intercambio de identidad. 

Otro estudio realizado por un equipo de la Universidad Macquarie de Sydney se llevó a cabo en dos fases. La primera en el acuario del zoológico de Taronga en Sydney: con cámaras subacuáticas y un scooter submarino, el equipo filmó la natación de focas y leones marinos, así como de humanos, desde abajo. En la segunda fase, estas películas se han confiado a un modelo informático construido a partir de las capacidades visuales de los tiburones, que son daltónicos y, por tanto, se basan en su silueta para apuntar a sus presas.

Efectivamente los resultados confirmaron que desde el punto de vista de un tiburón, un surfista tiene la misma silueta y se mueve como una cría de foca o un león marino .Con toda probabilidad, por tanto, los ataques contra seres humanos se explican por un intercambio de identidad. No es casualidad que a menudo ataquen los tiburones más jóvenes, que nos ven peor y aún no han acumulado la experiencia suficiente para distinguir a una cría de foca de un humano sobre una tabla de surf.

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