El joven decidió pedirle la mochila a su amigo para hacerse pasar por repartidor pero el plan salió mucho peor de lo que esperaba.

Después de un año de restricciones y varios meses con toque de queda es normal que algunos tomen decisiones algo precipitadas para intentar saltarse las restricciones. Algo de este estilo ha ocurrido en Pontevedra, un joven tuvo la idea de hacerse pasar por repartidor para así poder burlar las restricciones horarias, sin embargo, no salió como esperaba.

El joven estaba cansado de tener que regresar a casa a las 22.00h de la noche así que decidió pedirle a un amigo la mochila-nevera de repartidor para hacerse pasar por uno de ellos y poder campar a sus anchas a partir de las 22.00h. Lo que no tuvo muy en cuenta es que el servicio de reparto a domicilio termina a las 00.00h y el joven había salido a partir de la una de la madrugada.

Fue cuestión de tiempo que la policía autonómica topara con él y se diera cuenta de que la mochila estaba vacía y que el chico no era ningún repartidor.

Finalmente, la idea no solo le salió mal, sino que además debe pagar una multa de ente 1.000€ y 3.000€ por haberse saltado las normas.

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