Con tan solo 12 años, Rhiley Morrison quiso comprobar si podría volverse magnético ingiriendo imanes.

Schoolboy, 12, undergoes life-saving operation after he deliberately swallowed 54 toy MAGNETS https://t.co/tOE8REvIpP

— Daily Mail Online (@MailOnline) February 8, 2021

En Reino Unido, un niño de 12 años con gran devoción por la ciencia decide ingerir más de 50 pequeños imanes para comprar qué ocurriría con su cuerpo después, sin llegar a pensar que podía estar poniendo en riesgo su salud. El deseo del pequeño de convertirse en un «hombre magnético» se tornó en una cirugía de urgencia.

Los especialistas aseguraron que estos juguetes son altamente peligrosos -y aún más en la cantidad ingerida por el niño- ya que pueden dañar los órganos vitales, por lo que decidieron extraerle todas las pequeñas piezas a lo largo de una operación que duró seis horas. 

Después de un postoperatorio complicado y diez días de reposo, actualmente, el pequeño se recupera en su casa de Manchester junto a su madre Paige, que ha decidido compartir esta terrible experiencia para concienciar a otras familias: «No quiero que otros niños o padres pasen por esto», afirma la madre. Además, también anima a evitar comprar esta clase de juguetes para prevenir de riesgos innecesarios. 

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