Una empresa francesa Interperfumns ha sido condenada a pagar más de 50.000 euros a un antiguo empleado por daños y perjuicios, ya que sufría de aburrimiento en el trabajo a causa de las pocas tareas que le pedían.

Suceso ocurrido en la capital francesa, donde tribunal constitucional ha llevado el caso de Frédéric Desnard.  Un ex trabajador de la empresa de perfumes Interperfumns, de donde fue despedido en 2016. Hace seis años, Fréderic sufrió un ataque de epilepsia, por lo que le dieron una incapacidad de seis meses. Según el medio Le Figaro, la empresa despidió a Fréderic argumentando que se había ausentado por un tiempo prolongado de su lugar de trabajo. Este echo, hizo que él demandara a la empresa alegando que ‘su trabajo era aburrido’. 

Su abogado declaró que era «director de servicio general», pero le pedían que se limitara a hacer tareas mínimas. Recoger a sus hijos del colegio,  llevar un fontanero a casa de su jefe o comprar folios en la papelería eran algunas de sus funciones.  Le asignaban tareas que “no tenían nada que ver con su trabajo” y, además, lo privaron de “sus responsabilidades originales”. Por esta razón, según el testimonio del Fréderic, se sintió “destruido” y cayó en una “grave depresión”.

La defensa de la compañía indicó que Frédéric Desnard no se preocupó de ese síntoma en ningún momento durante sus años en la empresa. Pero finalmente, según informó Le Figaro, el Tribunal de Apelación de París ha dictaminado que este «aburrimiento» era una especie de acoso moral.

Por ello, Interparfums ha sido condenada a pagar más de 50.000 euros a su antiguo empleado, que tiene actualmente 48 años, lleva seis sin trabajar y es considerado oficialmente como minusválido.

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