La final, prevista para sucederse en Estambul, se disputará finalmente en la ciudad portuguesa de Oporto. 

Imagen del Estadio Do Dragao.

La gran final de la Liga de Campeones entre Chelsea y Manchester City se llevará a cabo en el Estadio Do Dragao de Oporto y no en el Ataturk de Turquía. Dicha decisión se debe a la negativa del Gobierno Británico de permitir a los clubes protagonistas viajar al país otomano por la pandemia de coronavirus. Además, este cambio ha salido adelante por la iniciativa de la UEFA para que se produzca la asistencia de público en el partido. 

«Después de un año en el que los aficionados no han podido acceder a los estadios, la UEFA pensó que había que hacer todo lo posible para garantizar que pudieran asistir de los dos equipos finalistas«, señaló la UEFA. La misma entidad añadió que «no fue posible lograr las exenciones necesarias de los acuerdos de cuarentena del Reino Unido» para celebrar la final en el país anglosajón. 

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