Era un día muy caluroso, así que un joven chino bebió Coca-Cola en grandes cantidades para refrescarse. Horas más tarde empezó a encontrarse mal y tuvo que ir al hospital

Cuando llegó al hospital, presentaba dificultad para respirar y una frecuencia cardíaca muy elevada, lo que alarmó a los médicos. Le hicieron diferentes pruebas y encontraron una excesiva acumulación de gas en los intestinos por consumir tanta cantidad de refresco. Después, el gas viajó hasta su vena porta, en el hígado. Esto le provocó isquemia hepática, una afección en la que el hígado no recibe suficiente oxígeno. Todo apunta a que esto acabó con la vida del joven.

Los médicos trataron de liberar el gas acumulado en su hígado, administrándole numerosos medicamentos para mantener las funciones del resto de órganos, pero el hígado estaba dañado de forma irreversible. La salud del joven empezó a deteriorarse y a las 18 horas de haber llegado al hospital, falleció.

El consumo de refrescos no solo es peligroso en casos de abuso o circustancias aisladas. Los nutricionistas advierten de que se relaciona enfermedades como la obesidad, las caries, el imnsonio y la diabetes.

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